Cuando un día decidimos practicar Yoga lo hacemos-o porque el médico lo recomendó, o porque alguien nos dijo que era bueno, o quizás porque desde hace mucho tiempo algo nos llama desde nuestro interior.
Esta práctica suele demandar:
1-Conquistar un espacio físico. Aquí conviene descubrir la primera dificultad, la de tomarnos un tiempo para nosotros. Es más fácil cumplir con una tarea y un horario, cuando existe una "obligación". Cuando libremente logramos ese espacio...ufff que difícil!!! Nos sentimos culpables por dejar la casa, la familia, etc...
2- Comenzar la práctica física. Ahí nos encontramos la segunda dificultad, el cuerpo que se resiste y se niega a la disciplina, de respirar, de lograr buenas posturas, de sentir, de relajarse.
3-Se debe ir muy lentamente aprendiendo y dando tiempo para poder asimilar aquello aprendido.
4-Experimentar en nuestro interior viendo y sintiendo los cambios físicos y como influyen en nuestra vida cotidiana, en nuestro carácter, en nuestra actitud y nuestras relaciones.
5-Ver como la práctica continuada va fortaleciendo nuestro interior.
6-Como descubriendo nuestro Cuerpo, amándonos, vamos poco a poco a descubrir nuestra Mente.
7-Pongamos al principio interés en hacer retornar a nosotros la SALUD y la ARMONÍA, porque con ellas retornarán en forma natural, las ganas de vivir con alegría, disfrutando de lo que poseemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario